La mejor rutina de ejercicios con toalla

Si vas regularmente al gimnasio, lo más probable es que siempre lleves una toalla de entrenamiento en tu bolsa. Pero, ¿sabías que, aunque las toallas son útiles para mantenerte limpio y seco, también pueden servir como equipo de entrenamiento?

Con los entrenamientos con toalla, no sólo nos referimos a todas esas veces que tienes que limpiarte la cara durante un duro entrenamiento, sino que estamos hablando de utilizar una toalla para añadir resistencia y un reto adicional a los movimientos de entrenamiento estándar, pasando de movimientos para la parte inferior del cuerpo a movimientos compuestos que hacen trabajar todo el cuerpo.

Si no crees que entrenar con una toalla puede hacerte sudar, te prometemos que te sorprenderás. La clave para sacar el máximo provecho de este entrenamiento es asegurarse de que siempre que estés sujetando la toalla, estés tirando con toda la fuerza que puedas. Mantenla recta y tensa, casi como si intentaras separarla. Así te asegurarás de obtener todos los beneficios del entrenamiento de resistencia de este entrenamiento.

Este es un entrenamiento perfecto para esos días en los que no puedes ir al gimnasio, o para las vacaciones en las que no tienes equipo. Si está de vacaciones junto al mar, puede incluso coger su toalla de playa y hacer este entrenamiento en la arena. ¿Equipo de entrenamiento que se convierte en tu compañero de ducha? ¿Quién podría pedir un mejor compañero de gimnasio?

Para este ejercicio, sólo necesitarás una toalla de playa o de baño. Las toallas de mano o de plato más pequeñas están bien, pero las más grandes son las que mejor funcionan.

Para esta rutina, pon en marcha un temporizador y déjalo correr. Cuando pase cada minuto, pasa al siguiente movimiento. Deberás incluir entre 5 y 10 segundos de tiempo de transición, pero no descanses durante demasiado tiempo; este es un entrenamiento más corto, por lo que deberás mantener tu ritmo cardíaco elevado para que sea efectivo. Presta atención a los entrenamientos que te piden que cambies de lado a mitad de camino, y completa tres rondas seguidas sin descansar. ¡Ya lo tienes!

30 segundos de rodillas altas

30 segundos de flexiones de brazos

30 segundos de rodillas altas

30 segundos de sentadillas

Sujeta la toalla a la altura de los hombros y sepárala con ambas manos para mantener la tensión en los brazos. A continuación, haz una estocada hacia atrás, manteniendo el pecho erguido. Gira la parte superior del cuerpo y lleva la toalla por encima de la pierna delantera y hacia el costado para activar el tronco. Realiza este movimiento durante 30 segundos en cada lado.

En posición sentada, inclínate hacia atrás con la toalla extendida en ambas manos. Tire de la toalla y gire de un lado a otro. Mantén los talones ligeramente separados del suelo y la columna vertebral recta.

Extiende la toalla por encima de la cabeza e intenta mantenerla centrada sobre tu cuerpo, en lugar de hacia delante. Tira de la toalla y luego ponte en cuclillas, tratando de mantener la toalla por encima de la cabeza en lugar de dejar que tire hacia adelante.

Coloca la toalla en el suelo y deja suficiente espacio para saltar hacia el lado izquierdo de la toalla y luego hacia el lado derecho. Intenta hacerlo con la toalla extendida en lugar de enrollada para conseguir un reto adicional.

Ponte de pie y lleva una rodilla a la altura de la cadera, equilibrándose sobre la otra pierna. Engancha la toalla bajo la pierna levantada y tira hacia arriba con ambas manos, manteniendo los codos pegados a los lados. Mantén tu núcleo apretado para mantener el equilibrio. Cambia de pierna a los 30 segundos.

Ponte de pie con la espalda apoyada en la pared y agarra la toalla con ambas manos. Levanta la toalla delante de ti para que quede a la altura de los hombros y luego ponte en cuclillas con la espalda apoyada en la pared. El objetivo es conseguir que tus rodillas formen un ángulo de 90 grados mientras separas la toalla a la altura de los hombros.